Las transaminasas, también conocidas como aminotransferasas, son un conjunto de enzimas que se encuentran dentro de células de órganos como el corazón, el hígado, los músculos y los riñones. Su función principal es catalizar una reacción de transaminación entre un aminoácido y un α-cetoácido, lo cual es importante en el proceso de síntesis de proteínas. Además, cabe destacar que se trata de enzimas inducibles: su actividad puede aumentarse por la acción de ciertas hormonas, como glucocorticoides y hormonas tiroideas.

La concentración de transaminasas en sangre es un parámetro que se mide en las analíticas sanguíneas rutinarias. Un aumento anormal de sus valores suele ser indicativo de un daño hepático, el cual puede verse propiciado por muchas condiciones (hepatitis, hemocromatosis y más). La lesión de las células hepáticas se manifiesta por una actividad elevada de las transaminasas séricas, incluso antes de la aparición de los síntomas y signos clínicos (como la ictericia).

A continuación, se citan las particularidades de las transaminasas más relevantes a nivel clínico.

Transaminasa ALT o GPT

En perros y en gatos la ALT es predominantemente específica para lesión celular hepática. Sin embargo, la ALT también puede estar aumentada en situaciones de lesión muscular grave como rabdomiólisis, trombosis ilíaca en gatos, sin que exista lesión hepática aparente. En estas situaciones, se recomienda la medición concomitante de creatino quinasa (CK).

Se puede observar aumentos discretos a moderados de ALT en gatos con hipertiroidismo y perros con hiperadrenocorticismo.

Diversas enfermedades hepáticas o cualquiera que cause lesión de hepatocitos, puede aumentar la actividad sérica de la ALT. Entre los factores más comunes se encuentran: hipoxia, toxinas bacterianas, inflamación, hepatitis canina, virus y otras afecciones virales, neoplasia hepática, glicocorticoides y diversas drogas y medicamentos.

La ALT también puede estar aumentada en la fase de reparación de enfermedades hepáticas debido a la regeneración activa de hepatocitos.

Es posible que en algunos perros y gatos con una importante enfermedad hepática presenten la actividad sérica de ALT normal o discretamente aumentada. En estas situaciones, se entiende que la masa hepática puede estar considerablemente disminuida y la cantidad de hepatocitos remanentes es insuficiente para causar un aumento en la actividad de la enzima.

Transaminasa AST o GOT

La enzima AST es una enzima citoplasmática y mitocondrial presente en los hepatocitos, los miocitos esqueléticos y cardíacos y los eritrocitos. El aumento de la enzima AST en suero indica daño hepático y/o muscular. Los sueros hemolizados o con retraso en la eliminación del coágulo pueden mostrar una mayor actividad in vitro de la AST en la muestra.

En perros y gatos, debido al bajo tiempo de vida media, los resultados de la AST deben interpretarse junto con los de la ALT, ya que el aumento de la AST debido a la lesión hepática suele ser de menor magnitud que el aumento de la ALT, sin embargo, indica una mayor gravedad y una lesión hepática activa. La AST es un indicador sensible de las neoplasias hepáticas metastásicas y de la hepatitis piogranulomatosa secundaria al virus de la peritonitis infecciosa felina en los gatos. Los glucocorticoides y los anticonvulsivos pueden provocar un aumento de la AST debido a una lesión hepática.

El aumento de la AST causado por una lesión muscular suele ser mayor que el causado por una lesión hepática, y debe interpretarse junto con la creatina-cinasa (CK). La vida media de la AST es más larga que la de la CK por lo que en las miopatías crónicas la actividad de la AST puede permanecer elevada incluso con la actividad de la CK dentro del rango de referencia.

El hipertiroidismo en los gatos puede causar un ligero aumento de la AST junto con un aumento de la actividad enzimática de la ALT y la Fosfatasa Alcalina.