La tiña, o dermatofitosis que es el nombre técnico de esta enfermedad, se trata de una afección fúngica causada por un hongo que afecta la piel del portador e infecta no solo a perros sino también gatos, otros animales y hasta a humanos, por lo cual se trata de una enfermedad zoonótica.

Existen numerosos hongos capaces de producir esta afección, pero hay tres que son los principales causantes: Microsporum gypseum, Trichophyton mentagrophytes y Microsporum canis, siendo este último el responsable del 70% de los contagios de tiña en perros y 98% del contagio de tiña en gatos. Una vez arraigados a la piel del portador estos hongos se alimentan de la queratina.

Para su diagnóstico, es requerido un raspado cutáneo profundo, el bisturí debe estar empapado con la sangre de la lesión, con las costras y la piel muerta, además los pelos alrededor deben arrancarse asegurando que la raíz este lo mas completa posible, ya que en estas tienden alojarse las esporas.

Los hongos son microorganismos de una estructura bastante compleja por tanto su desarrollo no solo es mas lento si no que requiere de medios de cultivo específicos, que tienen en su composición inhibidores como antibióticos o altas concentraciones de azucares.

En la etapa inicial del desarrollo del hongo (entre las 48 y 72 horas) las estructuras como hifas y esporangios no están maduras completamente, por tanto la diferenciación microscópica de estas, para el diagnostico no es la óptima, aunque a nivel macro las colonias ya empiezan a manifestar criterios como el color y la forma, eso aunado a la descripción clínica y anatómica de la lesión.

 Características de las infecciones fúngicas

El tiempo de incubación del hongo (desde el momento de su contagio hasta el momento de aparición de los síntomas) es de 4 días a 4 semanas, y este período puede variar dependiendo de la edad y estado de salud del paciente. En el caso de los cachorros y los perros de edad avanzada su sistema inmune no se encuentra del todo bien y son más propensos a contagiarse y presentar síntomas.

Uno de los principales síntomas de la tiña es la alopecia (caída del pelo o cabello) y se debe a que las esporas de los hongos ocupan el lugar, en la raíz, del folículo piloso en la piel y comienzan a ingerir la queratina. Estas lesiones y focos alopécicos pueden producirse tanto de forma concentrada, en ciertos puntos del cuerpo, como de forma generalizada (en gran parte del cuerpo del canino), pudiendo también producir escamas de un color amarillento y un olor peculiar.

A su vez, a diferencia de otros hongos y afecciones en la piel, la dermatofitosis no produce picazón en la piel, por lo que puede pasar desapercibida hasta que se encuentre en una fase más avanzada. Sin embargo, estos síntomas y características no son exclusivas de esta enfermedad, por lo que resulta indispensable un chequeo del veterinario para que pueda analizar a tu canino y verificar si se trata de tiña u otra dolencia.